Lleno de buenas intenciones

vivía Gabriel Vergara,

que a nadie algo faltara,

fue una de sus preocupaciones,

eran tiempos de pasiones

que atizaban el pensamiento,

por un Chile más contento

sin hambre y sin miseria,

desde el mar a cordillera

soplaba fuerte el viento.

 

 

Fue un hombre generoso / Como todo campesino

Solidario con su gente / Amigo entre los amigos

Tenía sus ideales / él tenías sus principios

Fue una espiga en el trigal / y en la mesa dulce vino

 

Vivía todo el tiempo / Preocupado del vecino

Que no les faltara nada / menos si tenían niños

Hierba mate y azúcar / la harina pal amasijo

Alguna fruta del huerto / y tabaco para el vicio

 

Así se comportaba / Gabriel Gonzalo el hijo

Gabriel Gonzalo el nieto / El de su triste destino

Por pensar muy diferente / En los suelos ovallinos

Por ser una luz potente / Apagan su luz y su sino

 

En la sede vecinal / Se sienten los remolinos

De vientos muy afilados / Y de truenos explosivos

Después de mucha trifulca / Queda el espacio vacío

Al otro día están todos / Menos este hermano mío

 

De noche por la ventana / La Mamá-abuela ha sufrido

Y mira desconsolada / Alguien falta en su nido

Que se fue a la gran ciudad / Le susurran al oído

Que se fue a otro país / Eso es lo que le han dicho

 

Se murió la Mama-Abuela / Nunca vio a su nieto-hijo

Y esa es la gran pena / Ese es el desvarío

Esa es la impotencia / la rabia es invierno frío

Y adónde lo tienen muerto / Pa’ poder ponerle un lirio

 

La verdad siempre reflota / Aunque tengan escondido

El secreto de sus cuerpos / Humillado, envilecidos

El puma mata pa’ comer / El hombre por asesino

Gabriel Gonzalo Vergara / Tu recuerdo sigue vivo

 

Solidario, buena gente / Amigo de los amigos

El viento seca las lágrimas / Que dejaron esos ríos

En las tierras de tu norte / En los suelos ovallinos

Algún día habrá justicia / Para un justo campesino